Difusión periodística



  • Diario Uno - Paraná, Entre Ríos - Sábado 03 de febrero de 2018
Brafa: "No se sabe para qué es la escuela media ni nadie sabe qué hacer"
María Ester Brafa, escritora paranaense. Ideas para una necesaria alquimia entre arte y educación, sobre la experiencia de quien consagró su vida a lograrla
  • Diario Uno - Paraná, Entre Ríos - Sábado 01 de octubre de 2016
Teatro. Esta noche, en La Hendija, se estrenará "Encantado Freud, soy Galileo", la obra escrita y dirigida por Ester Brafa que plantea un encuentro imaginario entre dos grandes hombres de ciencia: Sigmund Freud y Galileo Galilei


CONVERSACIÓN CON MARÍA ESTER BRAFA, DOCENTE DE LA UADER PREMIADA POR ARGENTORES
"El arte es un campo de conocimiento"

La Lic. María Ester Brafa, docente en Paraná de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma, ha sido galardonada en mayo por su trabajo literario “Dejad el balcón abierto”, en el marco del Certamen Bicentenario 2010 “Conquistémonos”, organizado por la Sociedad General de Autores de la Argentina (ARGENTORES). La obra consiste en un encuentro entre el poeta español Federico García Lorca y María Eva Duarte de Perón. En esta charla se refiere a su trabajo y al lugar del arte en la educación.

Producción: Dpto. Comunicación Rectorado UADER

Dpto. Comunicación Universitaria (DCU): ¿De qué se trató la convocatoria de ARGENTORES?
María Ester Brafa (MEB): La convocatoria era muy interesante, se trataba de crear un diálogo entre dos personajes, uno argentino y otro español, reales o ficticios, de cualquier época. Estaba muy bien hecha e invitaba a la imaginación. En mi caso, supuse una conversación entre Eva Duarte y Federico García Lorca. Si bien nunca existió, conociendo la vida de ambos es posible pensar un encuentro y conjeturar sobre qué cosas podrían haber hablado, ya que tenían historias y vivencias comunes. Además, estuvieron muy próximos en lugar y tiempo, ya que él había estado en Buenos Aires en 1934 ofreciendo conferencias y dirigiendo algunas de sus obras, mientras que Eva llegó a la ciudad cargada de sueños en enero de 1935. Tan sólo por unos meses de diferencia no se encontraron.

DCU: ¿Qué unía y qué separaba a estos personajes?
MEB: Ambos murieron muy jóvenes, Eva a los 33 y Federico a los 38. Esos pocos años de vida, sin embargo, los vivieron con una intensidad tal que hasta el día de hoy seguimos hablando de ellos. Cada uno en un área distinta, pero los dos dejaron marcas. Fueron apasionados, marginados y despreciados. Vivieron poco y a la vez vivieron tanto. Una sola diferencia veo frente a todo lo que los unía, Federico era considerado un hombre muy culto, mientras que Eva era poco ilustrada para la academia. Los dos eran muy inteligentes, si entendemos por inteligencia esa capacidad de sentir cuál es el rumbo de la historia en el momento que te toca vivir y poder subirte a ese tren.

DCU: El odio es uno de los temas de “La casa de Bernarda Alba”, que es la obra de Lorca en la que basó su diálogo, y es también uno de los ejes de “Dejad el balcón abierto”, bajo la forma de la incomprensión.
MEB: Sí, indudablemente Eva y Federico fueron seres incomprendidos. Yo juego con “La casa de Bernarda Alba” porque Federico justamente empieza a escribirla en Buenos Aires, y la termina en 1936 a pocos meses de irse de Argentina y en el año de su muerte. A él lo van a buscar en un alba -como dice el texto- de agosto de 1936. Entonces, en mi texto imagino que mientras está escribiendo esa obra está buscando, además de las cinco mujeres, a otra que evite la tragedia. Bernarda Alba, recordemos, es una madre tirana, con valores muy estructurados vinculados a la religión y a la moral, y sus pobres hijas mientras tanto se encuentran queriendo vivir la vida, acomodándose o tratando de escapar del despotismo. Supongo que si Eva hubiera entrado en esa casa la tragedia no hubiera ocurrido. En el diálogo, Federico reflexiona algo así: “no estuviste en esa casa, pero estuviste en una casa con los límites más amplios, y al final pudiste romper otras ventanas que también eran de opresión”.

DCU: Usted además ha incursionado en el mundo de la danza y del teatro. Estas experiencias, ¿están vinculadas con su actividad docente?
MEB: Estrechamente. Soy Coordinadora en las Carreras de Formación Docente y tenemos una cátedra que hemos denominado ahora Arte y Educación, que ya existía pero bajo otros nombres. En realidad, mi formación en el campo del arte, fundamentalmente la danza y el teatro, es desde antes de comenzar mis estudios universitarios. Celebro la formación artística, creo que es muy valiosa. El conocimiento es una actividad absolutamente compleja y no cierra sus caminos en uno u otro campo. Y el arte es un campo de conocimiento, no ofrece sólo herramientas disciplinares de tal o cual rama artística, sino que la actividad creativa es un derecho que todos tenemos. Sin embargo, la sociedad en general y las instituciones educativas en particular han sobrevalorizado un tipo de conocimiento, el científico, que es absolutamente importante, pero se ha dejado de lado a las actividades artísticas, como si eso fuera un adorno, un agregado, cuando en verdad es otro modo de saber. Creo que el campo de la ciencia y el del arte son absolutamente complementarios. En ese sentido, la formación docente debería tener siempre un contacto con el espacio creativo. 

DCU: Actualmente está trabajando en una adaptación para teatro del "Evangelio según Jesucristo", de José Saramago. ¿Qué nos puede adelantar al respecto?
MEB: El estreno es el 20 de junio. Se trata de la adaptación de una novela que, como todas las de Saramago, es fantástica y profunda. Se basa en la vida de Jesús, desde la óptica de su humanidad. Sobre el final del libro hay un diálogo sorprendente entre Dios, Jesús y el diablo, donde Jesús se pregunta por el destino que ha tenido, el sacrificio al que se ve sometido por decisión de su padre. En esta parte es posible interpretar a la condición humana desde distintos ángulos. Para mí el tema principal del diálogo es el poder, no la religión ni la fe. Cuando leí el libro me pareció tan desafiante que dije “alguna vez haré algo con esto” y llegó ese momento. Empecé a esbozar una puesta en escena y cuando la tenía armada me di cuenta que no la podía hacer sin permiso del autor. La felicidad más grande llegó cuando obtuve los derechos para la adaptación, lo cual me dio coraje para seguir trabajando. Los actores que participan no son profesionales, convoqué a docentes, la mayoría de la Facultad de Humanidades, que tienen trayectoria en el campo artístico y que ideológicamente comparten que hay otro modo de enseñar y debatir ideas, más allá del aula. Quiero que quien vaya a ver la obra salga con algo que no tenía antes de entrar, aunque ese algo sea conflictivo, pero que dé lugar a encontrar una hendija por donde seguir buscando otras cosas.

DCU: Finalmente, ¿qué reflexión puede compartir a propósito de cumplirse diez años de la creación de la Universidad Autónoma?


MEB: No puedo hablar de estos diez años sin referirme a los anteriores. Los institutos de formación docente que pasaron a la Universidad tenían una historia muy importante. El proceso de creación de la UADER fue muy conflictivo: Si bien es válida y necesaria la creación de estos espacios que garantizan el acceso a la universidad pública, lo cuestionable en este caso fue la forma. Las creaciones institucionales no se hacen solamente con una decisión individual, llevan tiempo y se trata de procesos complejos. A su vez, creo que es muchísimo lo que se ha avanzado en las distintas gestiones, sobre todo recordando el origen y su conflictividad. Se han hecho esfuerzos enormes en todos los estamentos, autoridades, profesores, alumnos, no docentes, y creo que ese esfuerzo va dando sus frutos. Es cierto que hay muchas cosas que siguen suscitando quejas, como la parte edilicia, pero de alguna manera creo que se van subsanando de acuerdo a las posibilidades.

                                             Boletín Universidad Autónoma de Entre Ríos - 2010 
 



Premiada. Ester Brafa, una educadora que trabaja vinculando arte y educación

El conocimiento, entre las palabras y la piel

Con su monólogo Abrazo, la docente y creadora local obtuvo el primer premio en el Concurso de monólogos teatrales organizado por el Frente de Artistas del Borda en el marco del 10º Festival y Congreso Latinoamericano Una puerta a la libertad. Su trabajo fue escenificado por Héctor Bidonde.

Por Carlos Marin


Búsqueda, investigación, producción. Trabajar saberes con una mirada que enfoque las mismas cuestiones desde una perspectiva diferente a lo habitual. A partir de estas líneas orientadoras, Ester Brafa ha logrado delinear un paisaje vital que le ha permitido transitar y superar en el pasado momentos de intensa oscuridad hasta arribar a un presente luminoso.
Cultora del bajo perfil, fincada en la lógica del hacer por sobre el decir vacío, esta docente paranaense formada también en danza y teatro no es afecta a la requisitoria periodística. 
Pero de tanto en tanto, algún acontecimiento destacable que genera esta afable y delicada mujer, se empeña, a modo de mojón, en rescatar su recoleta existencia de la placidez del silencio creativo para exponerla a la consideración pública.

Esta vez, se trata de una distinción a nivel nacional que obtuvo con Abrazo, un texto de su autoría con el que ganó el primer premio en el Concurso de monólogos teatrales referido a la locura con relación al arte y los derechos humanos organizado por el Frente de Artistas del Borda, un movimiento independiente que funciona dentro del Hospital Psicoasistencial Interdisciplinario de Buenos Aires y que surgió a fines de 1984. La convocatoria contó con la colaboración de la Red Argentina de Arte y Salud Mental y se concretó en el marco del 10º Festival y Congreso Latinoamericano Una puerta a la libertad.

El monólogo Abrazo fue escenificado por Héctor Bidonde, el 17 de octubre pasado en el marco del encuentro que se desarrolló en el Complejo Centro Cultural Radio City de Mar del Plata
En rigor, no es la primera vez que esta docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Uader resulta premiada: años atrás le fue otorgado también el primer premio en un concurso nacional de cuentos organizado desde la recordada Carpa Blanca, que dio cuerpo a los reclamos docentes de todo el país en la década de los 90.
Esta vez, a partir de una certeza interior que la movilizó a compartir sus textos, Brafa se conectó con una temática que le pareció “fascinante” y es así que a partir de hallar la convocatoria al certamen en Internet, seleccionó uno de sus tantos escritos. “Lo envié y me olvidé”, sintetiza.

Recibir la notificación “fue una noticia gratificante y sorpresiva” que le da “aliento para seguir”.

INQUIETUDES.
“El texto se llama Abrazo porque en realidad el personaje del monólogo, como todas las personas, están buscando el abrazo, unos lo pueden decir mejor, otros lo niegan, otros lo tapan, otros lo disimulan, pero todos estamos buscando un abrazo, un abrazo existencial que, como expresa el personaje, nos diga que existimos”, contó la autora a EL DIARIO.

“Con este texto me pasa algo raro, lindo y misterioso, vinculado a la maravilla del proceso creativo”, agregó. Y es que, dice, “hay una situación ambivalente, de reconocimiento en cuanto a que eso que está escrito es una producción mía, pero a la vez me resulta cada vez más ajena”.

Lo mejor --acotó-- es descubrir, a partir de comentarios de otras personas, cosas que a nivel conciente no quise reflejar. Es algo por lo que no dejo de asombrarme”. Abrazo refiere a alguien “que pregunta cómo es vivir sin crear, qué es la vida sin la creación; el monólogo habla del valor de las palabras y de la piel, es una metáfora”. Es que, admite la docente “el tema de la palabra me obsesiona; me atrae ver cómo la palabra, oculta y revela a la vez. Esta paradoja que instala el lenguaje me parece fascinante como tema para trabajar”.
En cuanto al cuerpo, que la docente pone en el eje de esta reflexión, “me inquieta pensar en cómo estamos `domesticados´ con relación a ciertas cuestiones”. Su intuición se proyecta en una línea de trabajo que avanza sobre diversos campos. Entre ellos interrogarse acerca de “cómo en la Academia lo sensitivo, lo emotivo, ha estado supeditado a la razón” a la vez que existe dentro de las casas de estudio “una desvalorización de lo sensible como campo de conocimiento”.

PERSPECTIVAS. 
“Entiendo al arte como un campo válido de conocimiento”, señala Brafa, y lo califica como “otra forma de saber”. Sabe de qué habla. Graduada en Ciencias de la Educación, impulsa, desde hace años, la articulación del arte con la educación, en particular en la formación docente y sus posibilidades con relación al pensamiento creativo.
En este último aspecto, y en relación con la tarea que lleva adelante en la Uader, confía, “se trata de trabajar en la formación de un ser que busca; que produce saber desde lo primordial; que hace preguntas”.

En este sentido, para Brafa, la complejidad de la práctica docente implica considerar procesos que permitan la reflexión y experimentación de acciones alternativas.
Alejada de la imposición del dogma, que promueve la clausura de la pregunta al instalar la certeza perenne sobre una cuestión determinada, Brafa opina que “el ámbito docente debe promover, desde diversos campos disciplinares, debates y conocimientos con relación al conocimiento y el arte”.

Mientras tanto, además de contribuir a formar nuevos docentes, continúa con su faceta creativa y el año próximo promete compartir un proyecto que la desvela: representar en un lenguaje que combine danza, teatro y sonidos un trabajo en base a un capítulo de El Evangelio según Jesucristo de José Saramago, para el cual, celebra, “ya recibí autorización del autor para realizar el proyecto a través de la Sociedad general de Autores y Editores de España”.

Compartir para crecer
“Escribía para guardar, hasta que me di cuenta que había que empezar a mostrar y socializar mi trabajo”, confió Brafa a EL DIARIO. “Esta inquietud me llevó a buscar dónde podía enviar lo que tenía producido y fue así que me encontré con el concurso organizado por el Frente de Artistas del Borda y me pareció que un texto que podía encuadrar en la convocatoria: la locura con relación al arte y los derechos humanos”.

El premio estipulado en las bases del concurso consistió en una obra de arte, aunque para la autora, lo más estimulante “es que esas palabras que escribí van a rodar, se pondrán en circulación, serán interpretadas en otros escenarios, otros congresos. Creo que el mayor premio es que lo que uno pudo llegar a crear, lo tomen otros para seguir buscando”.


“Creo --reflexiona la docente-- que la maravilla del arte es esta posibilidad de que lo que uno genere vaya más allá. Crear es un don y la posibilidad de que eso que se generó sea mejorado por el aporte de los otros, una vez que la producción se puso a circular, me parece algo magnífico”.
                                                                El Diario – Paraná – Entre Ríos – 2009



Esperando a Godot, en La Hendija 
Cuidada y respetuosa versión de un clásico del teatro del siglo XX 

Cómo narrar a dos personas que esperan? ¿Cómo y qué decir sobre esa situación que transita en el filo entre la nada y la eternidad? ¿De qué manera expresar “el que espera desespera y trasladarlo al relato dramatúrgico? Con esa situación que podría traducirse en aburrimiento, abulia, desgano, o… nada, Samuel Beckett construyó Esperando a Godot, uno de los textos teatrales que ya son referencia ineludible para entender no sólo el panorama propio de esta disciplina, sino el siglo XX. 

Se trata de una pieza a la que hay que atrevérsele. En su momento, cuando se estrenó en la Argentina de los 50, la obra -que refleja cierta posición y el tono de posguerra en el que surge y se afianza el existencialismo- recibió el escarnio y la descalificación de la mayoría de la crítica.  Sin embargo, por su innegable valor se remontó desde el rechazo inicial a las cimas de la consideración. No cabe duda: el autor refleja un momento singular del devenir de la especie sobre el planeta. Con una mirada que se eleva sobre lo contingente, plantea cuestiones que hacen a los misterios profundos e insondables de la condición humana. 


Por ello, cabe decirlo, es necesaria buena dosis de audacia para llevar a la escena esta pieza. Audaz, entonces, es la operación que llevó adelante la docente y escritora Ester Braffa, que cristalizó hace dos semanas con el estreno de la puesta que la tiene como directora. Y que, cada domingo a las 21, lleva a escena en el Centro Cultural La Hendija (Gualeguaychú 171), el elenco integrado por Lulo Aguilar y Carlos Fernández. 

                    El Diario - Paraná - Entre Ríos - Domingo 16 de Septiembre de 2012



Una adaptación de un fragmento de "El Evangelio según Jesucristo"
“El sonido de los remos” sigue sonando

Continúa representándose con muy buena respuesta de público, en la sala del centro cultural La Hendija de Paraná, la obra dirigida por Ester Brafa, “El sonido de los remos”, una adaptación libre de un fragmento del libro “El Evangelio según Jesucristo” de José Saramago. 
A sala llena, se llevaron a cabo dos funciones de la pieza teatral estrenada el domingo 20 de junio.

El texto elegido, y adaptado para la obra con la autorización del autor a través de la Sociedad General de Autores y Editores de España, sugiere, además de una mirada plena acerca de la condición humana, el poder y la trascendencia, una riqueza de ideas y de imágenes propias del desafío creativo.

Saramago invita en el escenario de una barca, a escuchar el diálogo entre Jesús, Dios y el Diablo, diálogo apasionado donde aparecen las preguntas esenciales, diálogo en el que se juega el destino del hombre y las relaciones de poder.

En este marco, en medio de notables efectos de voces, sonidos y movimientos, y un ingenioso juego de luces, Dios y el Diablo intentan decidir el destino de los hombres, mientras tejen la telaraña de un complejo juego de poderes a través de la historia sin tiempo.

El elenco está conformado por Claudio Vera (Jesús), Claudio Puntel (Dios) y Horacio Lapunzina (Diablo). La escenografía es de Pamela Villarraza, el vestuario de Mimí Badaracco y Elvira Prudkin, la edición de sonido de Daniel Blasón, la coreografía de Ester Brafa, la voz de Isabel Corfield, la iluminación de Gerardo Vitali, la operación de sonido de Jorge Bejarano, la fotografía de Malena Cudini, la música de Coro Búlgaro Angelical, Gorli Requiem y Carlos Aguirre. La producción y dirección es de Ester Brafa.

María Ester Brafa es licenciada en Ciencias de la Educación, dirigió diversas obras teatrales, siendo galardonada recientemente con un premio nacional en el Certamen Bicentenario 2010 “Conquistémonos”, que organizó el Consejo Profesional de Radio de Argentores, por su obra.

                                                          Diario Uno- Paraná, Entre Ríos- Junio 2010


La historia, en un relato que une al continente

Distinción internacional
La autora paranaense resultó finalista del Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo 2011, organizado por Radio Francia Internacional, el Instituto Cultural de México en París, la Casa de América Latina en París y el Instituto Cervantes en París. Su relato Viaje fue uno de los 16 elegidos para llegar a la máxima instancia entre más de 3.200 participantes de todo el mundo.

“Cuando vi el título del cuento que estaba escrito en la lista de finalistas, tuve que volver a leer varias veces para convencerme”. Ester Brafa evoca así el momento en que, a mediados de noviembre pasado, se enteró de que era una de las 16 finalistas del Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo 2011, organizado por Radio Francia Internacional, el Instituto Cultural de México en París, la Casa de América Latina en París y el Instituto Cervantes en París.

La sorpresa tenía su fundamento: su relato Viaje era uno de los seleccionados para llegar a esa instancia entre más de 3.200 participantes de todo el mundo.

Cultora de la humildad a ultranza, esta paranaense que eligió el camino del hacer y el ser, antes que parecer, habla y su voz suave traduce la serenidad de su interior. En realidad las distinciones y premios, halagos para el alma, no son novedad en su vida. Tiempo atrás fue distinguida por un monólogo teatral en un concurso nacional. Y ahora el espaldarazo a su creatividad y trabajo llegan desde el exterior, desde este certamen consagratorio, que tuvo como jurado a Antonio Caballero (Colombia), Grecia Cáceres (Perú), Alberto Vital Díaz (México), Margo Glantz (México), Eduardo Ramos Izquierdo (México), Alan Pauls (Argentina) y Aline Schulman (Francia).

”En realidad había escrito el cuento el año pasado, durante las vacaciones, en base a una idea que trabajó interiormente en mí durante bastante tiempo. Fue un alivio y me dio mucha felicidad poder llevar al papel este relato y poner su punto final. El terminar de escribirlo se tradujo en una sensación de alivio, fue ponerle lugar a una idea que me perseguía y no podía ubicar, fue dar un espacio a algo que me inquietaba”, cuenta la docente. Y añade: “Esto no fue escrito pensando en un concurso”, por lo cual para ella “fue un privilegio” estar entre el selecto grupo de autores finalistas en el certamen que tuvo como ganador a Marcos Crotto, otro argentino.

“Haber llegado a finalista en este concurso está más allá de cualquier aspiración que hubiese tenido previamente”, agregó la autora a EL DIARIO. Y subrayó, en relación a haber alcanzado la final: “Lo rescato, lo valoro, lo siento como un premio”.

Es que, explicó “necesité la palabra de otros, de su valoración para creer en mi propia producción”.

INTEGRACIÓN.
“Para mi no hay tanta diferencia entre bailar y escribir”, reflexiona Brafa en un momento de la sustanciosa charla. Escribir “es vincular el movimiento, la danza, que es algo que me apasiona con la forma sobre el papel”, agrega la autora que escribe “cuando llega la idea y luego la pulsión”.

En ese marco, “la coreografía es caligrafiar en el espacio, y cuando escribo pienso en movimiento”. Para ella “se trata de hallar un lugar y buscarle una correspondencia a una idea pensada en clave coreográfica, con lo que está pasando sobre el papel”.

“Eso me pasó al escribir Viaje. Fue todo un desafío buscar ese movimiento, ese ritmo, que me permitiese traducir algo de un espíritu de época, algo que va más allá de mi, que me contiene pero a la vez comprende también a todos quienes habitamos un momento histórico determinado. Poder expresar algo del inconciente colectivo”.

“Será por eso –puntualizó- que cada vez que lo leo, nuevamente me emociono, me moviliza, al punto que si bien soy la autora, a la vez parece que fuese algo distante”.

No es la competencia o la ansiedad por destacarse la que llevó a la autora a enviar su relato al certamen. Más bien lo contrario. En todo caso “lo que busqué fue la posibilidad de que alguien, ajeno totalmente a mí, pudiese darme una opinión, y lo encontré en la posibilidad de enviar el cuento al concurso y fuese otra mirada la que juzgase. “Había terminado de escribir y buscando en convocatorias literarias, se presentó el Premio Juan Rulfo”.

Por otra parte, remitir su texto a la convocatoria fue el primer paso para socializar esta producción, algo que, admite Brafa, le llevó su tiempo.

“Durante muchos años escribí para mí, hasta que comprendí que lo valioso está en poner a circular esa producción”. Para la paranaense, aquellos tiempos fueron de preparación, de afinar herramientas para que, cuando llegase el momento, tal como se ha dado, “el trabajo nos hallase dispuestos y preparados”.

TRAMA

Viaje es un relato conmovedor en el que la voz del narrador combina lo vivencial con el espíritu de época, un horizonte epocal.

En el cuento está presente la inquietud de la autora de interpretar la historia como una trama de acontecimientos que se relacionan. Pero también, de comprender cómo las cosas adquieren un sentido (“algo en lo que se nos va la vida”), en particular cuando el sujeto se posiciona desde una situación distante en torno a ciertos acontecimientos. Aquello que fue percibido, se ordena desde una comprensión que se hace global “cuando se va más allá de la anécdota individual”.

En todo caso, Viaje, es una historia que aborda la comprensión de la historia de esta parte del mundo no desde una perspectiva fragmentada sino que trata de comprenderla desde la unidad continental.

“El vehículo que hallé para tejer esta trama común que nos atraviesa es el agua”, explica la autora: Es que en el océano –que como los puentes unen/conectan y a la vez separan- “es una clave para entender y entendernos”.

Aparece también en este cuento la memoria “no como un yacimiento inerte al que se vuelve a rebuscar el dato, sino como una cantera viva que nos constituye y nos confiere identidad”. 

Algo a lo cual volver pero para poder seguir adelante mejor, para poder caminar el futuro más íntegros, lejos de la frustración y el resentimiento”.

Me parece que la memoria, vista así, es algo muy distinto a lo que el sistema nos propone”. (Carlos Marin, “El Diario”, 20/12/2011)

                                   El Diario – Paraná, Entre Ríos – 20 de diciembre de 2011



Letras: la escritora entrerriana, Ester Brafa, fue finalista en el Concurso Internacional de Literatura Juan Rulfo

Participaron del certamen 3.205 obras de diferentes países 

La autora paranaense, Ester Brafa, fue seleccionada entre los 16 finalistas del Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo 2011, organizado por Radio Francia Internacional, el Instituto Cultural de México en París, La Casa de América Latina y el Instituto Cervantes de París. En tal sentido, Radio Francia Internacional informó que participaron del prestigioso certamen internacional 3.205 obras de autores de varias nacionalidades. El cuento de Ester Brafa, titulado El viaje, fue elegido junto a otras 15 narraciones de escritores de Méjico, Estados Unidos, Perú, España, Colombia, Uruguay y Argentina.

El jurado de la XXIX edición del Premio Juan Rulfo estuvo compuesto por Antonio Caballero (Colombia), Grecia Cáceres (Perú), Alberto Vital Díaz (México), Margo Glantz (México), Eduardo Ramos Izquierdo (México), Alan Pauls (Argentina) y Aline Schulman (Francia).

El fallo del jurado se dio a conocer el 9 de diciembre de 2011 en la Casa de América Latina. El escritor argentino Marcos Crotto ganó el premio mayor con el cuento Comunión, consistente en un cheque de 5 mil euros.

Ester Brafa publicó recientemente el libro Abrazo y otros relatos a través de la Editorial Fundación La Hendija.

Brafa, es licenciada en Ciencias de la Educación y se desempeña en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.

Asimismo se ha formado en el campo de la danza y el teatro y se ha abocado al campo del arte como espacio de conocimiento. En el año 2009, trabajó junto a un grupo de colegas en una propuesta artístico-pedagógica que consistió en una puesta escénica basada en el diálogo final del libro El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago.  La adaptación fue autorizada por el escritor portugués a través de la Sociedad General de Autores y Editores de España.

Brafa ya había sido distinguida en 2009, con el primer premio por su monólogo Abrazo en un concurso de dramaturgia que organizó el Frente de Artistas del Hospital Borda. En aquella oportunidad la obra premiada fue interpretada por el actor Héctor Bidonde en un Congreso desarrollado en Mar del Plata en octubre del mismo año.

                         Revista Análisis – Paraná,  Entre Ríos – 23 de diciembre de 2011


Silencio, hablan Evita y Federico García Lorca

Brafa fue distinguida en 2009 por su monólogo "Abrazo"

Hoy se representará en Buenos Aires el diálogo ficcional entre ambos, en una creación de Ester Brafa premiada por Argentores.

La artista paranaense María Ester Brafa obtuvo un premio nacional en el Certamen Bicentenario 2010 “Conquistémonos”, que organizó el Consejo Profesional de Radio de Argentores. La convocatoria consistía en el desarrollo de un diálogo imaginario entre un personaje argentino y otro español. En este caso, Brafa propuso un encuentro entre el poeta español Federico García Lorca y María Eva Duarte de Perón. Las obras ganadoras serán representadas hoy a las 19.30 en el Auditórium Gregorio de Laferrere que posee Argentores en su sede de Buenos Aires ubicada en Pacheco de Melo 1820. 
El diálogo denominado “Dejad el balcón abierto” gira en torno a la posibilidad de un encuentro entre Eva y Federico en 1935. En ese año el poeta había estado en Buenos Aires y la quinceañera Eva llegaba a esa ciudad para trabajar como actriz.

Brafa es licenciada en Ciencias de la Educación y se desempeña en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Asimismo se ha formado en el campo de la danza y el teatro y se ha abocado al campo del arte como espacio de conocimiento.

Desde 2009 está trabajando junto a un grupo de colegas en una propuesta artístico-pedagógica que consiste en una puesta escénica que gira en torno al diálogo final del libro “El Evangelio según Jesucristo”, de José Saramago. La adaptación, que fue autorizada por el escritor portugués a través de la Sociedad General de Autores y Editores de España, se presentará en junio en Paraná.

Por otra parte, Brafa ya había sido distinguida en 2009, con el primer premio por su monólogo “Abrazo” en un concurso de dramaturgia que organizó el Frente de Artistas del Hospital Borda. En aquella oportunidad la obra premiada fue interpretada por el actor Héctor Bidonde en un congreso desarrollado en Mar del Plata en octubre del mismo año. 

Brafa concibe el arte, más allá de la disciplina, como campo de conocimiento. “Me parece que en eso la formación docente tiene un campo de trabajo muy rico de exploración de investigación y de producción, el arte es conocimiento, por lo tanto todas las cátedras, áreas de conocimiento, debieran estar imbuidos o al menos tener algún tipo de vinculación con el campo artístico, ese es mi campo de trabajo”, comenta. La escritora considera que la música, las artes plásticas, la danza, el teatro, todas las disciplinas artísticas son un campo de especificidad que requiere de los especialistas, pero más allá de eso, en la formación docente, el arte debiera estar siempre presente no sólo como disciplina específica, sino como conocimiento válido, legítimo. “En este campo vengo trabajando hace años”, afirma. 

A causa de la dictadura militar, en 1977, Brafa se fue de Paraná, expulsada de la Facultad de Ciencias de la Educación por formar parte del listado oficial firmado por un interventor militar. Le faltaban cuatro materias para terminar y también fue expulsada de sus dos trabajos como catequista de El Cristo y La Salle. En Buenos Aires trabajó como docente. Estudió acerca del movimiento y la educación con María Fux y Patricia Stokoe, hizo cursos de teatro y danza contemporánea. Hace 10 años también ganó un primer premio con el cuento “Memoria”, en un concurso organizado por Ctera para los docentes del país en tiempos de la carpa blanca. 

                                       Diario UNO – Paraná, Entre Ríos - 26 de mayo de 2010


Premio para escritora paranaense


La artista paranaense María Ester Brafa obtuvo un premio nacional en el Certamen Bicentenario 2010 “Conquistémonos”, que organizó el Consejo Profesional de Radio de Argentores. La convocatoria consistía en el desarrollo de un diálogo imaginario entre un personaje argentino y otro español. En este caso, Brafa propuso un encuentro entre el poeta español Federico García Lorca y María Eva Duarte de Perón. Las obras ganadoras serán representadas el miércoles 26 de mayo a las 19.30 en el Auditórium Gregorio de Laferrére, de Argentores, en su sede de Buenos Aires ubicada en Pacheco de Melo 1820.

El diálogo denominado Dejad el balcón abierto gira en torno a la posibilidad de un encuentro entre Eva y Federico en 1935. En ese año el poeta había estado en Buenos Aires y la quinceañera Eva llegaba a esa ciudad para trabajar como actriz.
Brafa es licenciada en Ciencias de la Educación y se desempeña en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Asimismo se ha formado en el campo de la danza y el teatro y se ha abocado al campo del arte como espacio de conocimiento.

Desde 2009 está trabajando junto a un grupo de colegas en una propuesta artístico-pedagógica que consiste en una puesta escénica que gira en torno al diálogo final del libro El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago. La adaptación, que fue autorizada por el escritor portugués a través de la Sociedad General de Autores y Editores de España, se presentará en junio en Paraná.

Por otra parte, Brafa ya había sido distinguida en 2009, con el primer premio por su monólogo Abrazo en un concurso de dramaturgia que organizó el Frente de Artistas del Hospital Borda. En aquella oportunidad la obra premiada fue interpretada por el actor Héctor Bidonde en un Congreso desarrollado en Mar del Plata en octubre del mismo año.

Año 15 Edición Nº 4846 Paraná - Entre Ríos - Argentina - Sábado, 22 de Mayo de 2010



Editorial La Hendija presenta libros de autoras entrerrianas 

El libro Abrazo, de Ester Brafa, un conjunto de textos que si bien llevan por subtítulo la frase “y otros relatos”, no todos se encuadran estrictamente en el género narrativo sino que algunos se podrían caracterizar como prosa poética.

Por Fabián Reato

Se incluyen en esta obra trabajos que han recibido importantes premios, como Memoria (Primer Premio Nacional de Cuento, Concurso Carpa Blanca 2000), Abrazo (Primer Premio Monólogo, Concurso de Dramaturgia “El arte, la locura y los derechos humanos”, del Frente de Artistas del Borda, 2009), ¡Dejad el balcón abierto!, Premio Argentores, Certamen del Bicentenario “Conquistémonos”.

Bafra es docente y tiene una larga vinculación con el arte en diferentes expresiones. 
El año pasado, por ejemplo, presentó una adaptación escénica de un capítulo de El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago, que llevó por título El sonido de los remos. 
Además, el mencionado ¡Dejad el balcón abierto!, un diálogo imaginario entre Federico García Lorca y Eva Perón, es un radio teatro que recientemente difundió LT 14. 
El libro se completa con fotografías de Raúl Perriere, e ilustraciones de Cristina Vizcay y Nidia Bulos.

De una cuidadosa elaboración y con un impecable uso del lenguaje, Brafa presenta una serie de textos cortos cuya degustación dura más que el tiempo de lectura. 
“Estaba escribiendo un cuento y las palabras iban cayendo sobre el papel como si estuviera sacándome la ropa. Cada palabra se veía con el color y la textura de cada prenda. Escribía e iba desnudándome”, dice en Abrazo. Más adelante, el protagonista de ese texto enuncia: “¿Por qué escribo? Para caminar en la incertidumbre...”.

La hondura de la palabra y el pensamiento de la escritora se abisman en cada uno de los textos y los temas, y evidencian que fueron rumiados largo tiempo antes de ser volcados al papel.

“Me camina una sombra. Va hilando la puntada por el contorno, se enlaza a mi tiempo con una memoria que a veces olvido”, expresa en el último de los textos, que cierra este libro sumergido en la melancolía.

                                          El Diario – Paraná – Entre Ríos – 18 de mayo de 2011





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